“Quería hacer un viaje potente a través de dimensiones y el espacio. Considero que el videoclip se divide en tres actos: el presente, el pasado y el futuro; específicamente en ese orden. En el presente, todo es muy colorido; en el pasado, blanco y negro. Finalmente, en el futuro todo es incierto. Recuerdo que apenas tuve la canción lista supe que quería dirigir el video yo mismo” nos cuenta Roberto en la intimidad de su arte.